Picor, lagrimeo, escozor o enrojecimiento ocular son algunos de los síntomas más comunes de la conjuntivitis.
La conjuntivitis son los procesos en los que se inflama la conjuntiva, esta inflamación puede deberse a diferentes causas, las más comunes son las bacterias, los virus y los alérgenos ambientales. Es una dolencia ocular muy común.
¿Todas las conjuntivitis son iguales?
Existen diferentes tipos de conjuntivitis según la causa que la origine, así podemos diferenciar:
• Conjuntivitis vírica: El agente que la causa es un virus, como los de algunos catarros de vías respiratorias. Pueden estar afectados uno o ambos ojos y es altamente contagiosa, pudiendo propagarse por la tos o estornudos y por contacto.
Duración: es de las que más puede llegar a durar. Los síntomas suelen estar presentes entre una y dos semanas.
• Conjuntivitis bacteriana: Se caracteriza por una secreción del ojo amarillenta o verde-amarillenta y pegajosa. A menudo se encuentran afectados los dos ojos. Es contagiosa pero habitualmente por contacto directo con las manos infectadas o elementos que hayan tocado el ojo.
Duración: suele durar entre 7-10 días siempre que se siga el tratamiento correcto.
• Conjuntivitis alérgica: Está ocasionada por alérgenos oculares como el polen o el polvo, por tanto, puede ser estacional o aparecer en brotes durante todo el año. No es contagiosa.
Duración: Dependiendo del tipo de alergia y el grado de exposición al agente causante suele durar el tiempo que estemos expuestos a dicho agente.
• Otros: Ciertos medicamentos, y muchas otras sustancias químicas, pueden causar irritación conjuntival. También pueden causar irritación los cuerpos extraños y las lentes de contacto.
Duración: Suele durar unos días, dependiendo de la gravedad de la irritación.
¿Qué podemos hacer para evitar el contagio de conjuntivitis?
– Extremar la higiene y lavarse siempre las manos antes de llevarlas a los ojos, indicado sobre todo a personas próximas a pacientes con conjuntivitis.
– Reducir en la medida de lo posible la exposición al sol.
– Utilizar gafas de sol homologadas con filtro solar para rayos UV y también de natación o buceo.
– No compartir toallas, sábanas, ropa, gafas de sol, productos cosméticos, ni el protector solar para la cara.
– No frotarse los ojos.
– Realizar limpieza de las pestañas y los párpados varias veces al día. Es aconsejable usar toallitas oftálmicas para ello. Tíralas tras la limpieza y lávate las manos.
– Acudir a un especialista en caso de que aparezcan los primeros síntomas.
Este tipo de enfermedad se puede dar durante todo el año pero, si bien es cierto que el verano es una estación que facilita mucho contraer esta conjuntivitis por ello debemos extremar las precauciones siempre, pero mucho más en esta época.
¿Qué debemos hacer si notamos estos síntomas?
– Conjuntivitis vírica: se suelen utilizar lubricantes para aliviar las molestias (colirios, pomadas, lavado con suero fisiológico). Es muy contagiosa por lo que debemos extremar las medidas de higiene tanto quien la padece como los que le rodean.
– Conjuntivitis bacteriana: Se trata habitualmente con antibióticos de amplio espectro en colirio o en pomada. Además, deben eliminarse las costras y secreciones mediante lavados oculares con suero fisiológico.
En cualquier caso, es muy recomendable acudir a un oftalmólogo.
Cuéntanos, ¿has sufrido algún proceso de conjuntivitis a lo largo de tu vida?, ¿coincidiste con alguien de tu entorno?